El pasado sábado 20 de abril tuvo lugar la
II Quedada de Bloggers Gastronómicos de Murcia. En esta ocasión, nos desplazamos a
Jumilla para disfrutar de una visita a las
Bodegas Juan Gil y una comida en la
Cervecería Levante.
La
bodega se encuentra en una enorme finca de más de
300 hectáreas, a 10 km de
Jumilla y la uva que predomina es la variedad
Monastrell, de la que
Jumilla es la mayor productora del mundo. También cultivan otras variedades como la
"Cabernet Sauvignon",
"Syrah",
"Merlot" y
"Petit Verdot". La relación de la familia con el vino comenzó en
1916 con una pequeña bodega en el centro de Jumilla. Actualmente, estamos ante la
cuarta generación de la familia, que tienen el reto de mantener y mejorar la alta calidad de
Juan Gil.
Cuando uno se va a acercando a la finca, tal vez espera ver otra cosa por el prestigio que tiene, quizás por lo que se ve en bodegas de otras zonas, como en La Rioja. Sin embargo, en Juan Gil han destinado todos los recursos al
interior de la bodega, en la que se cuida todo con sumo detalle: la uva llega en un tiempo óptimo, todas las naves están
climatizadas y se tiene una trazabilidad total del producto.
Del interior de la bodega destaca de
barricas, con unas bóvedas cruzadas en el techo que le dan un toque muy elegante. También llama la atención la zona de almacén y paletizado, que nos permite ver la
dimensión del grupo
"Gil Family States" y la cantidad de D.O. que trabajan y marcas que comercializan. Aquí también pudimos ver la importancia que se le da al
etiquetado de las botellas, con unos diseños cada vez más cuidados, tanto que algunas parecen obras de arte.
En nuestra visita estuvimos perfectamente guiados en todo momento por
Diego Lozano, gerente de la empresa, del que pudimos aprender mucho acerca de esta bodega y del vino en general. Nos contó que, a diferencia de otras bodegas que mantienen la barrica hasta 8 años, en
Juan Gil el límite son 5 años. También aprendimos la diferencia entre el
roble francés y
americano. El
roble francés, además de ser más caro, va mejor con la variedad
Monastrell y aporta aromas como la miel y la vainilla; mientras que el
roble americano transmite más las propiedades de la madera.
La
visita fue una bonita experiencia y nos prometieron que nos volverían a llamar cuando inaugurasen su nueva sede social, que está en construcción. Un nuevo edificio con un
mirador en la planta superior para realizar las catas con vistas a toda la finca.
Tras la visita, nos dirigimos a la
Cervecería Levante, en el centro de
Jumilla, para disfrutar de un buen
gazpacho jumillano y pasar un buen rato junto al resto de
bloggers. El menú consistió en diversos entrantes y un plato principal, a elegir entre el típico gazpacho jumillano o cabrito lechal frito con ajos.
De entrantes nos pusieron:
"Escalivada de verduras al horno con bacalao",
"Croquetas de verduras con queso",
"Revuelto de habas tiernas con cebolla y jamón",
"Verduras en tempura",
"Queso frito con pimiento y tomate" y
"Consomé con pelota de relleno". Lo que más me gustó de todo fue el queso frito, elaborado con el queso de cabra de la raza autóctona de la zona.
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Escalivada de verduras al horno con bacalao |
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Croquetas de verduras con queso |
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Revuelto de habas tiernas con cebolla y jamón |
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Verduras en tempura |
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Queso frito con pimiento y tomate |
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Consomé con pelota de relleno |
Tras toda esta cantidad de entrantes, llegó el plato estrella, el
"Gazpacho Jumillano". Estaba espectacular, cocinado con torta de harina en la base, carne de caza (conejo en este caso) y caracoles
serranos; un plato contundente y con un sabor único. También probamos el
"Cabrito con ajos", otro de los platos típicos, y estaba también delicioso; con el cabrito muy tierno y el gustito que coge de los ajos y los pimientos.
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Gazpacho jumillano |
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Cabrito con ajos |
Y cuando ya no podíamos más, llegó una enorme bandeja con los
dulces más típicos de
Jumilla, que parecen de Navidad pero se pueden encontrar todo el año. La bandeja llevaba
"Rollos de Vino",
"Sequillos" y
"Pirusas", todos muy buenos y que se deshacían al cogerlos.
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Dulces típicos |
Durante la comida, como no podía ser de otra forma, tomamos
vinos de
Jumilla: Blanco y Rosado de
Bodegas Alceño y tintos de
Casa Castillo (2º año) y
Altos de
Bodegas Luzón.
En
definitiva, aprendimos un poco de vinos, disfrutamos de lo mejor de la gastronomía de
Jumilla y pasamos un gran día junto al resto de
bloggers.
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